Desperdicio alimentario
El desperdicio alimentario es un problema global que tiene graves consecuencias económicas, sociales y ambientales. Según la FAO al año se desechan casi mil millones de toneladas de alimentos producidos a nivel mundial.
Muchos alimentos que acaban en la basura representan un problema ético, pero también medioambiental. Evitar el desperdicio alimentario en la industria agroalimentaria es fundamental, tanto para reducir costes, como para promover la sostenibilidad.
Aquí enumeramos cinco claves (no decimos que sean fáciles de implementar, simplemente las queremos evidenciar) que pueden contribuir a lograrlo:
- Planificación de la producción: ajustar la planificación de la producción para evitar la sobreproducción.
- Gestión de inventario: implementar un sistema de gestión de inventario eficiente para evitar el exceso de stock y el deterioro de productos perecederos.
- Optimización de procesos: evaluar y mejorar continuamente los procesos de producción para minimizar el desperdicio de materias primas y productos intermedios. Asimismo, utilizar tecnologías y métodos que reduzcan la pérdida de alimentos durante el procesamiento.
- Educar y entrenar al personal: capacitar a los empleados sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario y enseñarles a cómo hacerlo en su trabajo diario.
- Donación y reciclaje: establecer programas de donación de alimentos no vendibles, pero aún seguros para el consumo humano, a organizaciones benéficas locales.
Reducir el desperdicio alimentario no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también puede tener un impacto positivo en los resultados financieros de una empresa y en su reputación.
Es una meta que requiere compromiso a largo plazo y la participación de todos los actores en la cadena de suministro.
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Autora: Mireia Mercadé
